“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.
Frente al pelotón de fusilamiento…
Frente al pelotón de fusilamiento…
Frente al pelotón de fusilamiento… yo quiero flores azules.
Aunque tú, amiga eterna, me dijiste que aquellas flores no existían
Me preguntaste, angustiada, de dónde las sacarías en la hora de mi muerte
Me da lo mismo, respondí. Yo sólo quiero flores azules ese día
Y tú repetiste… no existen, no podré.
Cuatro años más tarde las encuentro… flores azules
En una de tantas playas que visité en el norte
En una de tantas aventuras de esas que me devuelven la vida
Y me acordé de ti, Nicole Plaza…
Y me acordé de ti.
Antes de morir, te dejaré la dirección de aquellas flores
Ése es mi último deseo…
sábado, 22 de noviembre de 2008
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