Hacer o no hacer… Actuar o no actuar… He ahí el dilema…
Mi mente reflexionó a mil por hora
Debatí respecto a cuánto valía la pena arriesgar
Lo descubrí… ¡NADA!
No sé si lo supe más tarde que temprano o más temprano que tarde… lo que sí sé es que la única diferencia entre un asesino y yo, es que yo lo pensé, y él lo hizo.
La sabiduría de Saúl Faúndez me confunde, me envuelve, me atrapa.
Estoy pagando, eso lo juro… Estoy pagando mi no-pecado, mi no-error, mi no-actuar
¿Pero saben? No me arrepiento… la vida me lo cobraría sí o sí, eso era seguro… prefiero ahora, a lo lejos.
Sé que lo merezco, no hay ninguna diferencia entre el asesino y yo…
Yo lo pensé, pero... “De los arrepentidos es el Reino de los Cielos”. Después de todo, no hice nada.
Así que, con la autoridad que me confiere la vida, me declaro INOCENTE DE TODO CARGO!!!
Aps... se prohíbe volver a tocar el tema, obvio!
jueves, 11 de diciembre de 2008
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